Esta clásica y elegante sala principal decorada por Mari Cooper fue un trabajo en conjunto que nos dejó muy satisfechos. El cliente requería de mucha potencia de sonido con la más alta calidad. Esto solo se podía lograr con dos parlantes y un subwoofer de la línea profesional finlandesa Genelec, cada uno con más de 50 kg, escondidos con mucho cuidado. Todos los amplificadores se colocaron ordenados discretamente en el bar, donde también colocamos parlantes de apoyo para quien maneje la música. Y finalmente escondimos un subwoofer de más de 70 kilos dentro de una “mesa de apoyo” diseñada especialmente para ello entre la sala y el bar.