Este es uno de esos proyectos emblema en donde el cliente es músico y tiene una colección de más de 5000 discos de vinilo. La premisa era una sola: la calidad de sonido es lo más importante. Para ello armamos un sistema de altísima fidelidad con parlantes torres Blade de la marca inglesa KEF, amplificadores americanos Parasound y tornamesa de la marca Austriaca Pro-Ject.